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CICLO: ASÍ ERA EL ROMÁNICO ESPAÑOL. LA RESTAURACIÓN DEL ROMÁNICO ENTRE LOS SIGLOS XIX y XXI.
La llegada del siglo XIX y el Romanticismo supuso un importante cambio en la concepción de la Historia, el Arte y la Estética. Durante el siglo XVIII hallazgos tan paradigmáticos como los de las ruinas de Herculano y Pompeya permitieron afianzar una vuelta a la Antigüedad Clásica que acabó por establecerse como el referente cultural por excelencia. En el campo artístico la consecuencia más clara fue el surgimiento del Neoclasicismo así como el establecimiento de normas academicistas rígidas que no aceptaban una creación al margen de esa estética “a la romana”.
Sin embargo, con el arribo del siglo siguiente esta situación se transformó gracias al Romanticismo que se opuso de lleno a aceptar un arte basado en reglas impuestas por otros al considerar que éste debía ser exclusivamente una manifestación humana y, por tanto, concebirse como la plasmación subjetiva del artista. Así pues, ante este contexto de apertura ideológica, tomó forma la aceptación progresiva de otros estilos como los medievales, tanto es así que no podemos entender el Romanticismo sin su estrecha relación con la recuperación de la Edad Media en todos los sentidos. Esa recuperación no solo fue ideológica sino que también material, la cual cobró forma gracias a las restauraciones practicadas a los maltrechos monumentos legados de aquella época. De ese modo, catedrales góticas e iglesias y monasterios románicos salieron de su centenario letargo para recuperar una imagen renovada, en ocasiones en exceso, gracias a intervenciones que siguieron en su mayoría la línea teórica más aceptada del momento: la restauración en estilo.
Ésta corriente había sido creada por el arquitecto francés Eugène Emmanuel Viollet-Le-Duc (1814-1879) y se basaba en devolver a los edificios una imagen idealizada que, según sus propias palabras, “podría no haber existido nunca”. El resultado en algunos casos fue la recreación absoluta de monumentos cuya imagen final poco o nada tenía que ver con lo existente hasta entonces. En nuestro país hubo numerosos monumentos románicos restaurados de esta forma, tal y como veremos, aunque el ejemplo paradigmático en ese sentido fueron los trabajos realizados en la Iglesia de Martín de Frómista (Palencia).
Abiertos a todas aquellas personas interesadas en el arte románico y en la Edad Media en general, estudiantes de Historia, Historia del Arte, Restauración u otras disciplinas en las que esté presente el Patrimonio Románico.
Cada seminario tiene un contenido autónomo.
Inicio de Inscripción: el primer día de su publicación en nuestra web.
El Ciclo será suspendido con devolución íntegra de matrículas en caso de no alcanzar el número mínimo de asistentes.